miércoles, 29 de junio de 2011

Consejos Para el Cuidado del Adulto Mayor

Hogar Geriátrico Consejos Para el Cuidado del Adulto Mayor 
Partimos de la base de que nuestros residentes son seres humanos únicos e irrepetibles
que deben se cuidados y tratados teniendo en cuenta toda la dimensión de su dignidad. El 
Director debe estar en permanente contacto con los  “viejos”, hablarles y tocarlos es
básico, hablar mucho y sobretodo escuchar a los que todavía gozan de lucidez para que se
sientan seguros valorados e importantes. Así mismo, el contacto físico permanente con las
personas que la han perdido para que a fuerza de repetición recuerden tu figura, tu voz y
lo que ella expresa; una sonrisa, un abrazo, una palmadita, muchas palabras de afecto son
básicos para ellos.
El Director también debe conocer claramente sus patologías y el manejo médico,
farmacológico y terapéutico requerido.
Debe tener conocimiento de su entorno familiar e intervenir hasta donde este lo permita
con el único fin de que el “viejo” reciba una atención integral.
Cuidadores
Nosotros en el Hogar Geriátrico como cuidadores ó mejor servidores que hemos aceptado y asumido una gran
responsabilidad somos también seres humanos únicos e irrepetibles. Debemos tener unos
valores muy arraigados, una manera de ver la vida y una ética precisa y rigurosa.
Debemos tomar siempre como principios rectores el respeto y la verdad.
El respeto se resume en pocas palabras siempre que  atendemos a un “viejo” cualquier
tipo de atención si pensamos que lo que hacemos con él es lo que nos gustaría que
hicieran con nosotros; siempre lo haremos bien, siempre estaremos dando lo mejor de
nosotros como servidores, siempre estaremos involucrados, siempre tendremos la
satisfacción del deber cumplido y la gratificación de saber que lo que hicimos fue lo mejor
que podíamos hacer.
Dentro del respeto está la ausencia total del maltrato, desafortunadamente no me puedo
detener a hacer un análisis profundo de esta situación pero si puedo dar unas pautas
básicas: Si el viejo te agrede no puedes agredir, si te grita no lo puedes gritar, si te golpea
no lo puedes golpear; sin embargo hay ciertas reglas de sentido común acerca de las
relaciones cotidianas. Si el viejo te va a pegar y tú alcanzas a detener el golpe no te dejes
pegar; si no lo alcanzas a hacer no hay remedio, llegó y llegó. Igualmente si te agrede de
palabra con faltas de respeto responde con seriedad, pero también con suavidad y
dulzura, interrógalo por qué te trata así, manifiéstale afecto y cuéntale el servicio que le
estás prestando y la sorpresa que te causa ese trato descortés. Interrógalo por si hay algo
que no le gusta para arreglarlo, si no se llega a un acuerdo y las cosas están subidas de
tono llama a un compañero de trabajo que te supla o deja al viejo de tal forma que se
asuman los menores riesgos posibles para su integridad, sal del recinto, respira profundo
varias veces, camina un poco y regresa. 
Dentro del respeto encontramos también la necesidad ineludible de tratar de mantener
en el viejo la mayor autonomía posible hasta el fin de sus días. 3
En un hogar geriátrico no se puede mentir, cuando se habla de verdad hablamos de
responsabilidad, de honestidad, de ser transparentes, de libertad, la verdad tiene un
precio y es necesario asumirla.
Criterios de selección de cuidadores
• Le deben gustar los viejos y debe sentir agrado al trabajar con ellos y para ellos.
• Debe ser de buen genio, comunicativo, amable, colaborador al máximo, debe
sonreír, debe tener un grado de tolerancia muy alto, debe tener alta autoestima,
su presentación debe ser impecable, su honradez, veracidad y responsabilidad
deben exigirse a máximo grado.
Si a una persona ustedes le ven estas características no duden en recibirla, los
conocimientos o la experiencia que tenga del oficio que desempeñará pasa a segundo
término, recíbala que lo demás se da por añadidura.
En un hogar geriátrico todos somos servidores unos directos y otros indirectos, el director
debe manejar su autoridad la interiorización de los valores y la ética rectora más que
decirlos y repetirlos es cuestión de vivenciarlos,  en una palabra: dar ejemplo estando
involucrado en todo. La función del director es la  de hacer que sus empleados crezcan
como personas, que desarrollen todas sus potencialidades, que se organicen incluso para
crecer económicamente, que amen su trabajo, que sepan que valen por lo que son, que
además de su salario sea muy importante la gratificación que reciben por su trabajo y que
se atrevan a soñar y se esfuercen para lograr que esos sueños se hagan realidad. 
De esta manera logramos gente feliz y si el empleado está bien el abuelo está bien.
Es la cotidianidad, es algo casi imperceptible, el hogar debe funcionar igual estando o no la
visita de los familiares. Por ejemplo “que todo esté muy bien hoy, porque hoy hay muchas
visitas…”, “avisa que llegó la visita para Don Pacho…”. Si hay errores (que de hecho existe
porque estamos dentro de la condición humana) se afrontan, se asumen
responsabilidades.
La comunicación entre el director y los funcionarios de los hogares debe ser permanente
individualmente y con reuniones frecuentes, actividades de formación, superación,
recreación, etc. Debe tener siempre en cuenta su opinión y la percepción de las
situaciones, Debe tomar determinaciones conjuntamente con ellos y debe permitir que
cada uno se convierta en un líder dentro de la institución.
Familiares
La decisión de llevar al “viejo” es tan difícil para él como para sus familiares. Por tanto se
requiere en primera instancia que el director entienda su ambivalencia porque sienten
culpa y simultáneamente alivio basado en la esperanza de que allí va a tener una mejor
calidad de vida y va a recibir los cuidados necesarios. Esta ambivalencia la transmite la
familia al “viejo y por tanto las primeras semanas son definitivas para la adaptación de las
partes. En este período la actitud del director es  definitiva y debe transmitir seguridad, 4
confianza, comprensión a la nueva situación como respuesta a las inquietudes de los
familiares.
Si bien el “viejo” es el residente, no se debe excluir a la familia, procurando un contacto
permanente con esta. La inclusión de la familia hace parte de una adaptación progresiva y
una permanencia exitosa.
El “viejo” debe estar en su diario vivir en las mejores condiciones procurando,
independientemente de sus patologías, que tenga la mejor calidad de vida posible. Para su
logro la participación de la familia es básica, pues aunque los esfuerzos nuestros sean los
mejores y como servidores seamos excelentes no podemos nunca suplir los efectos del
afecto y la cercanía de un hijo, un hermano, un nieto, etc.
Hay casos en que la familia está ausente por tanto las personas del hogar debe suplir a
esta con el objeto de crear un ambiente familiar.
Aarón Abuelos Casa Campestre Ltda, Chinauta, Cundinamarca; Hogar Geriátrico, centro Gerontológico, ofrece servicio de Enfermería las 24 Horas, Médico. Ambulancia, Habitaciones Individuales, Baño Privado, Amplios Ventanales, Jardines, Zonas Verdes, Biblioteca, visite nuestro sitio Web http://www.aaronabuelos.com donde podrá ver fotos y obtendrá información más completa. Contáctenos: aaronabuelos@live.at - aaronabuelos@gmail.com - tel. 320 855 36 10 - 310 28 77 554 - 311 85 33 697 -  Chinauta, Cundinamarca

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